Hay una gran variedad de protectores solares para cuidarnos la piel durante el verano: hay protectores químicos, físicos.. con diferentes factores y también diferentes formatos y packagings. Es esencial saber que significan cada una de estas opciones a la hora de decidirnos por uno u otro protector solar, para saber cual es el que mejor nos encaja. Pero también es muy importante fijarnos en su composición, ya que algunos contienen compuestos químicos que pueden tener un impacto ambiental. Es decir, existe una gran variedad de cremas solares que pueden ser más o menos respetuosas con el mundo marino.

El uso de protector solar es fundamental porque ayuda a cuidar la salud de la piel de distintas formas: protege de los rayos UV que son los causantes de los daños en la piel, entre ellos reduce el riesgo de contraer cáncer de piel; retrasa el envejecimiento y evita la aparición de manchas. La crema solar protege las proteínas (queratina, colágeno y elastina) que mantienen una piel sana y lisa. Además de proteger, hidratan la piel y alarga el bronceado haciendo que la piel luzca más bonita. El bronceado dura más tiempo porque el sol no la quema, sino que la broncea de forma progresiva.

¿Qué son los protectores solares minerales y químicos?

La principal diferencia entre ambos protectores es la forma en la que nos protegen.

Los protectores solares químicos absorben los rayos ultravioleta y, a través de una reacción química, los descomponen convirtiéndola en inocua para la piel.

En cambio, los protectores solares minerales (también llamado protectores solar físico o bloqueador solar) protegen la piel bloqueando y reflejando físicamente los rayos ultravioletas de manera inmediata en cuanto nos lo aplicamos. A diferencia de los protectores solares químicos que tardan unos 20 minutos en comenzar a funcionar.

Los polvos minerales más utilizados que reflejan la luz como un espejo son: la mica, el dióxido de titanio, el petrolato rojo, el óxido de zinc o de hierro, salicilatos, cloruro férrico e ictiol y el talco.

Sin embargo, los filtros químicos son sustancias sintéticas complejas, casi todas derivadas del petróleo. El principal problema es que algunas de esas sustancias son cancerígenas, y otras actúan como disruptores endócrinos. Estos filtros químicos de las cremas solares atraviesa la barrera cutánea y penetran en ella para protegernos del sol, pero con ellas también penetran sus dañinas consecuencias. Esto hace que los filtros químicos tengan más riesgo de provocar alergias.

La ventaja más grande que tiene protector solar químico es puramente cosmético: son más agradables de usar porque están disponibles en diferentes formatos como cremas, aceites, mousse, aerosol, etc.

Los protectores solares físicos son mucho más efectivos en cuanto a la protección porque protegen de todo el espectro solar. Además no tienen tanto riesgo de alergia y se adaptan a las pieles sensibles, pues esta no lo absorbe. Eso sí, su desventaja es que no son tan cosméticos y dejan una capa blanca y poco estética sobre la piel.

Qué es el SPF?

El SPF es el Factor de Protección Solar. Este indica cuánto tardan los rayos UVB en penetrar y enrojecer la piel donde se aplica la crema. Por ejemplo, un protector solar con SPF 30 significa que la piel tarda en enrojecerse 30 veces más que sin un protector.

Encontramos entonces protectores solares con:

• SPF 15. Recomendado en personas que ya tienen la piel muy bronceada o que son morenos de por sí.
• SPF 20-30. Esta protección media se recomienda en personas que, a medida que se van poniendo morenas, pueden reducir el SPF.
• SPF 50. Para pieles muy blancas y delicadas, con tendencia a ponerse rojas.
• SPF 50+. Es el factor más alto y su aplicación se recomienda en personas muy blancas y niños y niñas a partir de seis meses.

Claves para aplicarte correctamente el protector solar

Otro punto importante del protector solar es saber aplicarlo. Con ello, nuestra piel estará 100% protegida.

1. Aplica el protector antes de salir de casa. Si el protector solar es químico es importante que te lo apliques 30 minutos antes, porque es el tiempo que tardan en comenzar a actuar.
2. Ponte una cantidad generosa para estar bien protegido.
3. Extiéndelo de manera uniforme y presta atención a zonas olvidadas como las orejas, la nuca, o el dorso de la mano y los pies.
4. Renuévalo como mínimo cada dos horas. Si has sudado o te has bañado, aplícalo con más frecuencia.

Foto: Sol de Ibiza

¿Cómo afectan los protectores solares al medio ambiente?

Cuando elijas el protector solar correcto para tu cuerpo, no olvides tener en cuenta el impacto que estos productos pueden generar en el medio ambiente.

Cada año 14.000 toneladas de crema solar acaban en los océanos del mundo; 82.000 productos químicos de higiene personal contaminan los mares; y casi el 80 por ciento de los corales del Caribe han desaparecido en los últimos 50 años. La contaminación amenaza a arrecifes de coral de todo el mundo. Si estos mueren, habremos perdido un ecosistema fundamental.

Cuando nadamos con crema solar, los productos químicos se infiltran en el agua. Y aunque no nos metamos en el agua tras habernos puesto protector solar, este puede irse por el desagüe cuando nos duchamos. Las protectores en aerosol pueden rociar una gran cantidad del producto a la arena, desde donde también llega al mar.

Estas sustancias químicas que tienen la capacidad de bioacumularse en nuestros cuerpos, también se bioacumulan en los tejidos de los animales marinos que acaban en nuestro plato. Varias de estas sustancias químicas son además disruptores endócrinos. Que, como recién mencionamos, llegan directa o indirectamente a nuestros cuerpos.

Otro punto a tener en cuenta es que los filtros UV no sólo están en nuestros protectores solares, sino también en los cosméticos, los productos del hogar y los envases de los alimentos para protegerlos de la foto degradación. Y todos ellos llegan a nuestro océano.

Aunque los humanos seamos responsables de esta contaminación, también somos capaces de ayudar a que estos ecosistemas submarinos se curen. Para evitar contaminar más los océanos debemos apostar por un protector solar orgánico, con filtros UV minerales, biodegradables y con envases reciclables. Cuantos más ingredientes naturales tenga el protector, menos contamina el medio ambiente.

Se recomienda que utilicen óxido de zinc o dióxido de titanio, partículas NO nano que los corales no pueden ingerir. Investigaciones recientes han demostrado que nano puede ser tan perjudicial para los arrecifes de coral como los filtros UV químicos. Hasta la fecha el óxido de zinc no nano sigue siendo el filtro solar más seguro para su salud y nuestro océano. Debemos pasar de los protectores en aerosol. Y puede ser de gran ayuda comprobar las listas de protectores solares seguros para el medio ambiente que se publican cada año.

Cada vez somos más las personas que con nuestros gestos de cuidado ayudamos a preservar el medioambiente y cada vez más las marcas que apuestan por procesos más sostenibles.

Te dejamos una lista de los ingredientes que hay que evitar para ayudar a preservar el medioambiente:

• Cualquier forma de esfera de microplástico
• Cualquier nanopartícula como el óxido de zinc o el dióxido de titanio
• Oxibenzona
• Octinoxato
• Alcanfor de 4-metilbenzilideno
• Octocrileno
• Ácido paraaminobenzoico (PABA)
• Metilparabeno
• Etilparabeno
• Propilparabeno
• Butilparabeno
• Bencilparabeno
• Triclosán

Si quieres conocer una lista más completa de filtros químicos tóxicos, entra en este link:
Guía de filtros de productos químicos tóxicos

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